Esta obra trata de despertar la afición hacia los cigarrales de Toledo, recordar la vida que se solía hacer en ellos, en primavera y otoño para distraer las fatigas del trabajo o del estudio; pintar las giras o convites que se hacían en estos lares y los bailes y las fiestas que interrumpían de vez en cuando el eterno silencio que reina en ellos. Todo el trabajo va sembrado de curiosas noticias literarias, de anécdotas raras y de datos históricos importantes sobre las afueras de la población y algunos monumentos que esparcidos por ellas, son poco conocidos o no se encuentran contenidos en las obras que hacen referencia a este lugar.