No hay universo más grande donde perderse que aquel que conforma la propia familia. En estas páginas comprobamos cómo el tiempo va transformando a sus miembros convirtiéndolos primero en enemigos inconscientes y luego en feroces competidores. Dice Julia, la protagonista de esta novela, que en la familia se da el mayor intercambio de odios y de afectos, y que unos y otros acaban confundiéndose hasta conseguir que sus integrantes se sientan extranjeros en la patria que conforma su linaje. Nos hallamos en continuo cambio y lo que hoy somos no se corresponde con las sombras que de nosotros proyecta aquel ayer, tan próximo y a la vez tan lejano. Qué extraño comprobar entonces que se han modificado los recuerdos para adaptarlos a la conveniencia de cada cual, y lo que es más importante: que nuestros ascendientes influyeron de manera decisiva en nuestra vida y un día acabamos siendo el fruto de lo que ellos sembraron o el efecto de lo que su destino ?que también es el nuestro? les deparara. La historia familiar que aquí se narra hunde sus raíces en los turbulentos años cuarenta y se expande a lo largo de medio siglo para al fin desvelar a sus personajes los secretos que les harán beber ahora el agua que otros envenenaron. El lector tampoco saldrá indemne de este relato, pues sabrá reconocerse en las devastadoras consecuencias que procura el pasado y tendrá que hacer frente a la controversia de si el fin justifica los medios y de si en la ficción que proporciona una mentira podemos ser felices. Ginés Aniorte (Murcia, 1960) ha publicado en esta editorial los siguientes libros de poesía: Cuanto quise decir (2004), Los azares (2006), Nosotros (2009), Pensar en verso (2010), Las condiciones del pájaro (2012) y Liquidación por reformas (2013).