Pocas campañas militares han alcanzado en la historia el carácter de epopeya, pero, sin lugar a dudas, una de ellas es la que un cuerpo de guerreros mercenarios de origen catalán conocido como los almogávares desarrolló en el siglo XIV en el Mediterráneo. Con su brutal forma de hacer la guerra fueron capaces, a pesar de su exiguo número, de derrotar, e incluso aniquilar, a ejércitos varias veces más numerosos que ellos, lo que les permitió hacerse dueños de una parte importante del otrora poderosos Imperio Bizantino.