Afirmar que Londres es una ciudad apasionante es algo que no admite discusión. El ambiente de sus calles y parques, la diversidad y creatividad de sus habitantes y la capacidad para imponer tendencias sociales y modas han hecho de esta urbe un punto de encuentro clave de la cultura, la industria y la política europea y mundial. Londres, canalla y aristocrático, fabril y financiero, visible u oculto, es un espacio físico y emocional impregnado por el espíritu de Chaucer u Oscar Wilde, por el ritmo de los Beatles, por el recuerdo de las grandes edificaciones victorianas, símbolo de esplendor, o por las marcadas señas de identidad de la arquitectura de vanguardia. Una urbe de bellos y terribles contrastes donde cualquier visitante puede encontrar acomodo y maravillarse con su historia, inscrita en sus monumentos, con su leyenda o con su innegable capacidad para sorprender. Este libro no es una guía al uso aunque podría perfectamente acompañar al viajero deseoso de descubrir y conocer una ciudad innovadora, en constante evolución, que no deja indiferente a ningún visitante. Una capital viva y dinámica que, de la mano de esta instructiva obra de síntesis histórica, se deja recorrer con placer -in situ o desde el salón- ofreciendo al tiempo la posibilidad de entrar en el mundo de la memoria y el presente.