¿Qué me ocurriría si mi fe disminuyera y se desvaneciera? ¿Si, como dice la gente, perdiera la fe? ¿Qué hay en mi fe que sea humano, es decir, semejante a la fe de los que no tienen y que viven solamente de esperanza humana?En un momento en que el cristianismo atraviesa una crisis de incertidumbre y la sociedad conoce una profunda pérdida de valores y creencias hasta el punto de que muchos cristianos no osan proclamar su fe, Jean Guitton confiesa que él cree en Dios, en Jesucristo y en la Iglesia y denuncia la pérdida del sentido de la verdad. La tolerancia debe fundarse en la convicción y no establecerse sobre la duda y el compromiso. Defender la integridad de la fe no es integrismo, es ser católico. Para mí -escribe Guitton- el catolicismo y la verdad son principios idénticos.Esta certeza revela una fe probada y nada tiene que ver con el abandono del espíritu crítico. Por vocación y por temperamento, Guitton busca el acuerdo entre lo que anuncia su fe y su experiencia de hombre.Lo que yo creo es una obra que supera la actualidad presente. Analizando con mesura los motivos más secretos de su fe, Guitton aporta una nueva visión a las preguntas de ¿qué es creer? y ¿por qué creer?Un libro original, valiente, lúcido y sereno, dirigido a católicos, cristianos, agnósticos e incrédulos, en el que se percibe una armonía profunda entre la fe, la experiencia y el compromiso.