Literatura hispana prerromana presenta las primeras creaciones literarias de la antigua Hispania documentadas con una serie de novedosos estudios apoyados en una amplia bibliografía. El tema puede sorprender, pues aborda creaciones literarias que se documentan desde el Bronce Final hasta la Romanización. Esta literatura se basa en gran medida en narraciones orales e iconográficas de gentes que desconocían la escritura, pero que permiten reconstruir los personajes, temas y características de una literatura prácticamente desaparecida para siempre y de la que apenas se tenía idea de su existencia. La obra analiza en capítulos sucesivos la aparición de aedos en la Edad del Bronce, desde el II milenio a.C., que se pueden comparar a los de la Grecia homérica y la Irlanda céltica. Seguidamente, aborda la literatura hispano-fenicia, cuyo principal centro era Gadir (Cádiz), ciudad de gran importancia económica, religiosa y cultural, pues en ella estaba el Herákleion, uno de los más importantes santuarios del Mediterráneo. Este capítulo estudia también la figura casi desconocida de Lucio Cornelio Boco, importante literato de la Edad de Plata de la Literatura Latina, que transmitió al mundo clásico parte de los que sabemos de las creaciones literarias hispano-fenicias y tartesias. A éstas se dedica otro capítulo, que analiza las noticias de Estrabón sobre literatura turdetana, que comprendía anales históricos, poemas, probablemente épicos y líricos, y las primeras leyes conocidas. También se incluyen narraciones iconográficas, como las del monumento de Pozo Moro, que ilustran las concepciones mítico-literarias tartesias, muy influidas por las fenicias y que, a su vez, tuvieron una profunda huella en otras culturas hispanas prerromanas. También se dedica un capítulo a la desconocida literatura ibérica. En ella se analizan, a través de representaciones iconográficas y de paralelos en otras culturas, el ciclo épico del Héroe Fundador o del Primer Rey, ampliamente difundido en las culturas de la Antigüedad. Los últimos capítulos tratan las creaciones literarias de la Hispania Celta, cuyos restos han perdurado en narraciones populares, algunas recogidas en las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, y en conocidas obras de la Literatura Española, como las tradición celta de augurios con cuervos del Poema del Mío Cid, el rito celta de la triple muerte del Libro de Buen Amor y la tradición de los viajes fantásticos de los ímramma irlandeses que explican el Romance del Conde Arnaldos. Otro apartado dedicado a la literatura celto-galaica, analiza las narraciones sobre la Reina Lupa, el Bosque Ilicino y el Monte Sacro, estrechamente vinculadas a las leyendas sobre Santiago. La literatura bascona y celto-vasca constituye el último capítulo. Ofrece una novedosa valoración de los poemas celto-vascos que conformaron la ideología de los primeros reinos cristianos, como el Señorío de Vizcaya, tradición que confirma la celticidad de las tierras del País Vasco. En su conjunto, la Literatura hispana prerromana ofrece una visión general de las primeras tradiciones literarias hispanas, que reflejan muy diversas influencias mediterráneas, atlánticas y transpirenaicas, aunque con evidente personalidad y relaciones comunes. Esta literatura ayuda a comprender la riqueza cultural y la evolución de la Hispania prerromana, a la vez que constituye las más antiguas raíces de la Literatura Española, hasta ahora desconocidas.