Este libro nace en un momento de grandes cambios, de grandes oportunidades. Un tiempo en el que muchas cosas que parecían inmutables son cuestionadas. Nunca antes habíamos tenido tanta información y riqueza al alcance de nuestra mano, pero lejos de ayudarnos a ganar en claridad y humanidad esta abundancia nos abruma y empobrece. Liderar para el bien común refleja que lo que es bueno para los individuos y para la sociedad acaba siendo bueno, prácticamente siempre, para las empresas. Los autores quieren ratificar un modelo para explicar las conductas de las personas: nuestro cerebro más instintivo impulsa cuatro deseos básicos, mientras que nuestro cerebro más racional nos da la oportunidad de que nos movamos también por dos deseos de índole más elevada. Los básicos (seguridad, variedad, singularidad, conexión), cuando son gestionados de manera inteligente, van de la mano y se ordenan naturalmente a los superiores (deseo de crecimiento personal y de contribución). Los deseos superiores son la gran esperanza que aporta el cerebro intelectual para el progreso de la sociedad sobre la manera de operar de los cerebros instintivo y emocional. Al final no tenemos tres o cuatro cerebros sino uno, en el que se interconectan de manera asombrosa todas las partes.