iertamente, si bien de una forma mucho más «silenciosa» que otras «leyes laborales», la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) ha experimentado a lo largo de estas dos décadas de vigencia numerosos y muy relevantes cambios, tantos y de tanta intensidad real, que es difícil reconocer algunas de las piezas más relevantes del modelo preventivo originario en el actual. Aunque en el imaginario colectivo solo está presente la importante reforma parcial de 2003, con posterioridad, y a día de hoy prácticamente, se han producidos reformas de calado que apuntan hacia modelos algo diferentes respecto del primigenio. El completo desarrollo reglamentario y los muchos pronunciamientos jurisprudenciales producidos hasta hoy han conllevado una más que significativa recreación del cuerpo de principios y normas que integran el vasto sistema normativo de la LPRL. Si el resultado respecto de un buen número de aspectos puede parecerse razonablemente al esperado, en relación con otros muchos la situación dista de ser la promovida, hasta provocar tensiones importantes con el marco comunitario. Pese a los muchos homenajes que ha recibido por su doble vigésimo aniversario ‒en 2015, de promulgación, y en 2016, de vigencia normativa‒, apenas contamos con trabajos monográficos que ofrezcan una imagen actualizada, cuantitativa y, sobre todo, cualitativamente, normativa y, más todavía, realista, del sistema preventivo español en nuestros días. Consecuentemente, la monografía que tiene el lector (sea profesional de la prevención, consultor, operador jurídico, empresario…) en sus manos constituye una aportación única, original y muy práctica sobre cuál es el estado actual de ese sistema en sus normas y en sus prácticas, sobre todo estas.