El joven novelista Paul Overt, cegado por su obsesión por crear la novela perfecta y por su admiración hacia quien un día consideró su maestro —el célebre escritor Henry St. George—, se deja guiar por los consejos de éste hasta el punto de plantearse renuncias muy dolorosas. A medida que nos adentramos en la novela, el lector se pregunta si nuestro protagonista será finalmente capaz de hacer un último sacrificio para llevar a la perfección su talento.