La constante desaparición de deberes morales y de sus consecuencias tanto en el matrimonio, como en general, en el orden familiar, han creado un marco social en el que la compensación de los daños se ha convertido en algo necesario. Así, por ejemplo, con la investigación de la paternidad proliferan engaños de consecuencias trascendentes. Del mismo modo, con la creciente rebeldía de la juventud y aún de la infancia, las infracciones de las normas por parte de menores se han convertido en un hábito, con fenómenos como el bullying, de nuevo cuño y efectos gravísimos. Es destacable la aparición progresiva en la doctrina y la jurisprudencia de excepciones a la antigua regla general de inmunidad en el ámbito de las relaciones familiares y conyugales. De ello nos ocupamos en este libro.