En 1914, el escritor Alberto Edwards renovó el panorama del relato policial latinoamericano con la creación de su detective Román Calvo. Excéntrico, erudito, poco sociable, mal vestido, y dotado de un agudo sentido de la observación y de una memoria prodigiosa, Román Calvo encarna y estiliza el modelo policial clásico angloamericano. Sus ecos también se advierten en la intriga y el suspenso de las tramas y en el uso del método deductivo y psicológico en la resolución de los casos.Tras "Las pesquisas de Román Calvo", el lector se adentrará en un mundo de intrigas familiares, tesoros enterrados, crímenes sin resolver, hijos y maridos desaparecidos, e incluso asistirá a la amistosa pero ferviente rivalidad del detective chileno con el verdadero Sherlock Holmes.