Similares en ingenio y hondura a los de las Mil y Una Noches orientales pero escritos en un estilo que abunda en modismos y referencias de la región cuyana, los relatos que integran la obra son no obstante de inspiración universal y han atravesado el tiempo y la geografía nacional de boca en boca, por trasmisores muchas veces iletrados. Muchos han venido de mil puntos de Europa y en mil puntos de América fueron rehechos, lo que determina que entre sus protagonistas se mezclen reyes y gauchos, diablos y doncellas incas. Esta edición parcial incluye los relatos que se han creído más apropiados para acercar la obra al lector joven. Se incluyen además diez de los grabados que el gran artista plástico mendocino Víctor Delhez realizara para la primera edición, de 1953.