Baroja recoge en este magnífico dietario sus actividades cotidianas, sus excursiones por España, sus lecturas y sus reflexiones. «El que vaya leyendo las páginas de Las horas solitarias —dice Baroja en el prólogo de la obra— verá que al hablar de actualidad no me refiero precisamente a la actualidad política ni a la internacional, sino a la actualidad de una persona en un tiempo, es decir, a la representación de la vida ambiente en mi conciencia en el momento que pasa». Una representación expresada con la sinceridad que le caracteriza y con su proverbial amenidad, no exenta de lirismo y de rasgos de humor. Encontramos aquí un auténtico ejercicio de introspección que refleja impresiones de lecturas, sensaciones de viaje, observaciones sobre tipos, caracteres, costumbres e ideas. Un útil índice onomástico elaborado por Jesús Blázquez complementa la presente edición.