Con Las dos fuentes de la moral y de la religión, obra de madurez, Henri Bergson (1859-1941) trata de responder, en plena crisis de la conciencia europea, al problema del malestar en la vida social. A través de la contraposición entre moral y sociedad abierta, por un lado, y moral y sociedad cerrada, por otro, a las que corresponden, respectivamente, religión dinámica y religión estática, Las dos fuentes indaga las formas de afirmación de la vida, con su expresión más evolucionada en la experiencia mística.
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