Esta obra ofrece una visión de la actuación de las Cortes Generales y Extraordinarias a lo largo de los cinco meses que estuvieron ubicadas en la Real Isla de León. Ese tiempo, que se nos revela corto cronológicamente, fue de una enorme intensidad, ya que entre la memorable jornada inaugural del 24 de septiembre de 1810 y la última sesión de Cortes del 20 de febrero de 1811, se tomaron decisiones tan trascendentes para nuestro devenir histórico como la soberanía nacional, la división de poderes, la libertad de imprenta, el primer proyecto de Constitución
Esta empresa fue llevada a cabo por un grupo de diputados peninsulares y ultramarinos en las difíciles circunstancias que imponía la Guerra de la Independencia, y tuvo por escenario una ciudad sitiada, en estado permanente de alerta pero tenazmente defendida, lo que impidió que los franceses atravesaran la mítica posición del Puente Zuazo, frontera simbólica de la España libre frente al resto del país sometido al poder napoleónico. Sin lugar a dudas, podemos decir que, en aquellos cruciales momentos, España fue una Isla.