México participa de manera marginal en el debate de las ideas y en la aplicación de políticas económicas del mundo desarrollado. Su insuficiente crecimiento económico y la deteriorada base del mismo lo obligan a reconocer que su problema es estabilizar su ritmo de crecimiento, cuando menos, en tasas del 6 por ciento annual. Cómo ésto ha sido possible en algunas décadas del siglo pasado y cómo puede volver a serlo, es el tema de este libro.