Desde la revoluci—n industrial el mundo ha iniciado un per’odo de fractura metab—lica, abandonando el crecimiento sostenible de la econom’a circular. Este nuevo metabolismo insostenible nos llevar‡ al inevitable agotamiento, en menos de cincuenta a–os, de las fuentes de energ’a de origen f—sil que explotamos y de las que dependemos en la actualidad. Esta situaci—n de crisis ecol—gica ha sido un efecto necesario del sistema capitalista que, en su af‡n de crecimiento desmedido, lleva el germen de su propio colapso.