Después de la Segunda Guerra Mundial, y desde su cargo en la Academia de Estado Mayor de Camberley, Fuller concibió un manual sobre grandes batallas al darse cuenta de lo "lamentablemente negligido que estaba el estudio de la historia de la guerra". El resultado fue la publicación entre 1954 y 1956 de una síntesis en tres volúmenes titulada The Decisive Battles of the Western World and their Influence upon History. En Las batallas decisivas, el general Fuller se propuso demostrar que el devenir de la civilización puede residir en el éxito o fracaso de una determinada carga llevada a cabo en el transcurso de uno de esos actos de cobardía, arrojo y fortuna individual a los que la poesía épica es tan sensible.