Todo lo que se dice de las aves es cierto; son así de variopintas y originales. Las protagonistas de este poemario conforman un abecedario muy personal y sugieren múltiples ‘avecedarios’. Este de Antonio Rubio quiere ser veraz, simpático, poético y algo estrambótico. Sugiere lecturas en voz alta, bien rítmicas y un poco peripatéticas... También se puede leer en voz baja, en silencio, para escuchar el batir de sus alas. El autor ha utilizado diversas fórmulas poéticas porque cada pájaro tiene su propio plumaje lírico -y científico-. Casi todos visten colores, plumas y tamaños diferentes; y cantan trinos para cada estación y estado de ánimo. Pero todos tienen una visión del mundo y del vuelo muy humorada y llena de gracia.