Las Agencias de Calificación Crediticia o Agencias de Rating han sido en los últimos años y siguen siendo en la actualidad unos de los protagonistas de los mercados financieros internacionales porque todos los informes públicos y privados sobre la crisis financiera global han coincidido en identificarlas como los principales culpables de dicha crisis o, al menos, de su propagación a través de los mercados financieros mundiales ya que, primero, dieron las máximas calificaciones a emisores e instrumentos financieros de dudosa solvencia que acabaron quebrando y, después, no corrigieron aquellas calificaciones para adaptarlas al deterioro de la solvencia de los emisores e instrumentos calificados. Sin embargo, esta crítica feroz y unánime a aquellas Agencias no ha impedido que sus calificaciones de los emisores públicos y privados y de los valores por ellos emitidos sigan teniendo una influencia decisiva sobre las posibilidades o el coste de colocación de dichos valores en el mercado. Nuestro mercado financiero da buena prueba de ello. En este contexto contradictorio, se ha promulgado el Reglamento (CE) nº 1060/2009, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de septiembre de 2009, sobre las Agencias de Calificación Crediticia que establece los requisitos de organización y operativos exigibles para que sus calificaciones puedan ser utilizadas con fines reglamentarios por las entidades de crédito, las empresas de servicios de inversión, las entidades de seguros y reaseguros y otros intermediarios financieros. Sin embargo, los problemas esenciales de la actividad de aquellas agencias -tales como la falta de competencia efectiva por la existencia de un oligopolio o los conflictos de interés debidos al pago de las calificaciones por las entidades calificadas- permanecen. Esta obra se ocupa de examinar la regulación de las Agencias de Calificación Crediticia tanto a nivel global, en el Código de Conducta de IOSCO; como a nivel local, con especial atención al régimen en los EEUU y en los Estados iberoamericanos y, particularmente, al régimen comunitario europeo. Por ello, será de utilidad tanto para los operadores en los mercados financieros como para los estudiosos de dichos mercados, al igual que para el público en general que quiera conocer un aspecto decisivo de los mercados financieros que asoma continuamente en la prensa general y económica.