Este libro abre una perturbadora ventana a través de la cual, desde la perspectiva de un niño, es posible conocer su mundo familiar. Historia íntima y, al mismo tiempo, de aspiración universal, esta breve novela se finca, de manera no menos acertada que inquietante, en las imágenes recurrentes que habitan la mente del narrador y que sólo la memoria tamizada por la palabra puede evocar con una vocación definida por la incertidumbre y el delirio.