Gran pA de las reflexiones que se esponen en esta publicación pueden sintetizarse bajo la idea de que es necesario un nuevo "contrato social" para la Universidad, un compromiso renovador de nuestras instituciones con su entorno, como otras veces ya ha ocurrido en los siglos que nos han precedido. Hay que generar nuevas capacidades directivas para gestionar ese modelo de Universidad emprendedora, de grupos humanos especializados en generar recursos y gestionar los procesos de innovación.