París. Madrid. Bruselas. Stuttgart. Glasgow. Bruselas. Ámsterdam. París. Glasgow. Lisboa... y Milán. Once ciudades para once finales y para once títulos. La Undécima no se hizo esperar. Llegó solo dos años después de la Décima, ante el mismo rival, el Atlético, y con tanta emoción como entonces. También fue necesaria una prórroga y hasta una tanda de penaltis en la que Cristiano Ronaldo marcó el quinto lanzamiento. El definitivo. La Undécima vino acompañada, además, de la Supercopa de Europa, conquistada en agosto ante el Sevilla, y el Mundial de Clubes, disputado en diciembre en tierras japonesas.