¿Cuáles son las posibilidades y límites con los que se enfrentan los informadores profesionales en una situación como la del 11 de septiembre? ¿Cómo han de actuar los periodistas, reporteros, presentadores y documentalistas de la televisión para cumplir con su responsabilidad? ¿Qué intereses están en juego? ¿Hay detrás de la noticia "directa" un mecanismo de censura gubernamental que obliga a maquillar la verdad, a cortar y ocultar hechos importantes? El atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las torres del World Trade Center produjo una onda expansiva de horror y angustia, pero también una onda de reacciones inmediatas de especulación e interpretación, algunas precipitadas y confusas, otras clarividentes y acertadas. En el momento mismo de aquella atrocidad eran los profesionales de los medios de comunicación en los que recaía la responsabilidad de transmitir e interpretar lo que sucedía, sin poder tomarse el tiempo de meditar o de recurrir a sutiles investigaciones teóricas. Estaban expuestos al acontecimiento en su más extrema inmediatez, pero también a los imperativos de sus canales: la avidez de primicias, de conseguir la mayor audiencia con noticias espectaculares y, por otro lado, particularmente en Estados Unidos, a interferencias políticas, órdenes de callar o de omitir imágenes. El terror del 11 de septiembre no sólo hizo ver súbitamente, como un rayo cegador, la verdad global del mundo de manera diferente. También hizo ver muchos aspectos de la verdad de los medios de comunicación, una verdad que normalmente es invisible a los espectadores. En este volumen, la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión convoca a directores de informativos de las cadenas de televisión internacionales, como los de la influeyente CNN y la recientemente tan famosa Al-Yazira, así como de los canales españoles, tanto autonómicos como nacionales, y también a presentadores, periodistas especializados, importantes pensadores políticos, como Noam Chomsky, distinguidos comentaristas como Ignacio Ramonet, embajadores de países del Próximo Oriente, altos mandos militares, magistrados y profesores universitarios, para que den cuenta de sus experiencias, impresiones, reflexiones y averiguaciones en torno al 11 de septiembre. Este libro, planeado ya al cabo de dos meses después del atentado del 11 de septiembre y que amplió sus planteamientos críticos también a raíz de la intervención estadounidense en Afganistán, es hoy un documento imprescindible para la discusión sobre los recursos y procedimientos de las televisiones en momentos de crisis extremas.