Este libro forma parte de un ambicioso proyecto de edición, que pretende explicar con rigor científico-histórico los problemas, tanto internos como externos, de la Monarquía Hispánica entre dos fechas estelares: la muerte de Felipe IV (1665), que inicia la compleja cuestión sucesoria; y el tratado de Viena (1725), en el que Carlos VI del Sacro Imperio renuncia jurídica e internacionalmente a su título de rey de España con la denominación de Carlos III. Sobre este largo periodo, casi secular, se ha vertido infinidad de interpretaciones, más o menos ideologizadas, que, si bien encierran verdades parciales, son falsas como explicaciones totales. De ahí que los colaboradores de este libro, acudiendo a fuentes primarias y debidamente contrastadas; y moviéndose con destreza profesional en la historia comparada, nos ofrecen un paradigma interpretativo de este periodo destacando la relevancia de personalidades señeras, pero siempre entroncadas con los procesos sociales, políticos, económicos y culturales de media y larga duración. La riqueza informativa de estos estudios no se puede reducir a pocas palabras. Pero hay dos biografías y procesos que, a modo de un binomio con dos polos inseparables e interinfluyentes, nos muestran el hilo conductor de los trabajos aquí presentados. Todos los autores son conscientes de que las decisiones, personales o colectivas, de sus biografiados orientan los procesos, pero éstos siempre condicionan aquellas decisiones. De ahí que en este libro, al mostrarnos la interrelación de personas y procesos en la estructura conflictiva de la realidad histórica, no sólo se hacen aportaciones historiográficas rigurosas a tener muy en cuenta por los expertos, sino que desvelan un modo de actuar política y socialmente siempre recurrente y, por lo tanto, de permanente actualidad.