Durante la posguerra, el párroco de un pequeño pueblo de Castilla aparece asesinado en extrañas circunstancias. La policía, con la anuencia de la Iglesia, envía para resolver este crimen al comisario Arias: un detective solitario y bronco que lucha contra sus fantasmas y las injusticias del poder establecido. Ángel Vallecillo vertebra la novela con relatos entrecruzados las vivencias de los habitantes del pueblo o la hermosa historia personal del narrador, que recrea la relación de posesión y masoquismo con el amor de su infancia para conseguir una magnífica obra llena de sorpresas, fuerza y lirismo.