«La verdad es que soy una snob. Papá también lo cree así y se ríe de mí. Ay, querido papá, me preocupas mucho. ¿Habrá engañado alguna vez a mamá? Seguro que sí. Varias veces. Mamá es bastante tonta. De mí no tiene ni idea. Y otras personas tampoco la tienen.» Quien así habla es Else T., una joven de diecinueve años, despierta e inquieta, que pasa unas apacibles vacaciones de verano en un hotel de la frontera austroitaliana junto con su tía Emma y su primo Paul, hasta que la llegada de una carta de su padre rompe de modo irreversible la armonía un tanto crepuscular de su entorno. Irónica y amarga, La señorita Else (1924) lleva la capacidad de Schnitzler para dar un completo retrato psicológico de un personaje a una de sus más altas cimas, centrando la atención narrativacomo en El regreso de Casanova, publicado en esta editorialen el aislamiento humano y en la trágica separación del yo de su realidad circundante.