«En este volumen he recogido mis comentarios a esta larga proclamación que supone el Evangelio durante todo un año cristiano en el día del Señor, fiestas y solemnidades. Son textos leídos, meditados, adentrados en mi más íntimo adentro, y sólo luego en las afueras predicados. Pienso en la escucha que he hecho de esta Palabra que luego han pronunciado mis labios y que he tratado de guardar en mi corazón para compartirla después con los hermanos. Pienso en tantos cuantos me han escuchado estas meditaciones en el día a día de este recorrido litúrgico celebrado. ¡Cuántos púlpitos Dios me ha prestado para dirigirme a quienes inmerecidamente se me daban como hermanos!» (De la Introducción).