La Santa Escuela de Cristo es una institución que, a pesar de haber estado presente en más de cuatrocientas localidades españolas, hasta ahora ha sido muy poco conocida. Fundada en Madrid en 1653 por un oratoriano siciliano, traía a España el espíritu de san Felipe Neri, si bien en sus mismos orígenes el beato Juan de Palafox le confirió una acusada impronta ascética. La Santa Escuela estaba abierta a clérigos y varones laicos deseosos de alcanzar la perfección mediante la frecuencia de sacramentos, la oración y el ejercicio de las virtudes cristianas. Y siempre en un clima de intimidad y recogimiento, alejado de toda manifestación exterior. El presente estudio nos abre las puertas de una institución de gran interés, a la vez que ofrece una nueva perspectiva de la espiritualidad del Barroco hispano, especialmente en su vertiente secular.