Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Años atrás, estando de servicio, Bosch mató a Church, a quien creía culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras éste se ocultaba un asesino en serie apodado el Fabricante de Muñecas, un hombre que maquillaba como muñecas a sus víctimas. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y el hallazgo de un nuevo cadáver con el sello de Church, complica aún más las cosas para Bosch, que además de enfrentarse a la presión del juicio tendrá que resolver el caso.