El lector se encuentra ante una obra reveladora y necesaria: una selección de textos, a partir de la Guerra de los Seis Días y hasta la actualidad, que denuncian la política hacia los palestinos del Estado de Israel desde la ocupación hasta las exacciones y las violencias de distintos tipos desde el interior del mismo: activistas políticos, periodistas, profesores universitarios o simplemente personas de buena voluntad, desgranan en estas páginas reflexiones, denuncias y llamamientos cuyo denominador común es la insistencia en considerar a los palestinos como iguales y en afirmar que la ocupación y la opresión que, a su vez, arrastran intolerancia y corrupción son contradictorios con los principios sionistas. Es eso lo que lleva a Avraham Burg, antiguo presidente del Parlamento israelí, a afirmar, en uno de los artículos de este libro, lo que proclama su título: que «la revolución sionista ha muerto».