¿Quiénes eran los comuneros y qué querían?. Después de las Cortes de Cádiz, los liberales creyeron descubrir en ellos unos mártires de la libertad que lucharon contra la tiranía y la extranjerización de España por los Austrias; en nuestro siglo se les consideró como unos reaccionarios que defendían privilegios anacrónicos. Este libro pretende restituir a los acontecimientos de 1520-1521 su verdadera dimensión histórica. Se trata de una auténtica revolución: por primera vez en la Europa moderna, el reino -o sea la nación- se niega a someterse al capricho del soberano, interviene directamente en la política del Estado y trata de dirigirla. Los comuneros vieron con toda claridad que, después de la elección imperial de Carlos V, Castilla iba a ser sacrificada a unos intereses que no eran los suyos. Las Comunidades fueron una reacción nacional que amenazó terminar con el absolutismo regio y también con la explotación de España por los extranjeros: exigían una política económica de tipo mercantilista. Por eso chocaron los comuneros con el bloque formado por los privilegiados: el poder real, la aristocracia, los grandes mercaderes interesados en la exportación de la lana castellana. Revolución moderna, pero revolución prematura: la burguesía castellana no era todavía suficientemente fuerte ni consciente como para llevarla a cabo o apoyarla; el fracaso contribuyó a debilitarla aún más. Así se forjó el destino de la España moderna, sometida al absolutismo regio, al subdesarrollo económico, al ideal de la renta y de los valores nobiliarios.