Evitar el deterioro mediante las técnicas de conservación preventiva debe ser la prioridad en toda colección, pero si el grado de deterioro de un objeto documental es tal que el acceso a la información se dificulta por la debilidad del soporte y la manipulación pone en peligro la integridad del objeto, hay que intervenir. En el caso de un documento suelto de archivo, un simple montaje puede permitir una manipulación segura. Pero en el caso del conjunto de hojas unidas, la intervención debe permitir recuperar la funcionalidad del libro, mediante el fortalecimiento o la sustitución de los elementos estructurales de la encuadernación y la consolidación de los soportes de la información (papel, pergamino, tintas, etc.), pero modificando lo menos posible las características integrales, tanto estéticas como materiales, del objeto. JAVIER TACÓN CLAVAÍN es especialista en conservación y restauración documental.