Como una consecuencia de la evolución del tráfico aéreo, el paulatino aumento de usuarios de este medio de transporte hace temer, sin embargo, un incremento del número de accidentes en un futuro próximo. Por esta razón, conseguir la máxima seguridad de este medio de navegación constituye un interés prioritario para la mayoría de los Estados, como lo evidencian los recientes Reglamentos y Directivas comunitarias aprobados y en fase de elaboración. Si esto es así desde el punto de vista de la prevención, la atención legislativa debe ser aún mayor una vez producidos los daños, en concreto, en el ámbito de la responsabilidad civil. Ha de ser objeto de máxima preocupación arbitrar los medios que garanticen un adecuado resarcimiento de las víctimas, ante una catástrofe de estas características.