Las graves amenazas que se ciernen sobre la sostenibilidad de las pesquerías a lo largo de todos los mares del mundo plantean notables retos a los Estados y a la comunidad internacional en relación con la conservación y ordenación de los recursos vivos marinos. Estos desafíos a la gobernanza de la pesca , que se manifiestan especialmente en los planos mundial y europeo, hacen imprescindible el desarrollo de una acción internacional concertada a nivel universal, regional y nacional para superar el enfoque tradicional de gestión pesquera, que se ha mostrado incapaz de impedir la sobreexplotación de la mayoría de los caladeros. Sin embargo, estos esfuerzos contrastan con la fragilidad y la inadaptación de los instrumentos jurídicos convencionales a través de los cuales se trata de promover la conservación de estos recursos.. Por ello, la comunidad internacional ha buscado articular un nuevo modelo de gobernanza pesquera basado en las nociones de pesca sostenible y responsable, mediante la adopción de un enfoque ecosistémico, la aplicación del principio de precaución y la protección de la diversidad biológica marina.