En septiembre de 1949 el exiliado republicano Antolín Moreno regresa con pasaporte inglés a un Madrid de sotanas, uniformes y corralas para reencontrarse con una familia muy distinta de la que dejó atrás. Su mujer, Luisa, busca el alivio de sus miserias en grotescas sesiones de espiritismo; su hija menor, Amelia, vive recluida en su cuartucho entre arrebatos de beatería y autocompasión por su débil salud; el mediano, Juan, busca asidero en su dogmática militancia comunista; y Pedro, el mayor, se ha convertido en un falangista sin convicción que trata de medrar a cualquier precio dedicado al estraperlo, el proxenetismo y el tráfico de drogas. La llegada de Antolín alterará drásticamente sus vidas, creando conflictivas expectativas y despertando viejos fantasmas. Con La raíz rota, hasta ahora inédita en España, Arturo Barea abordó desde la ficción aquello que en su célebre trilogía La forja de un rebelde no pudo completar desde el relato autobiografíco: el retorno del exilio y la experiencia del desarraigo.