Gonzalo es un chico de trece años que vive con sus padres en un pueblecito de la comarca del Aljarafe sevillano. Lleva una vida singular y familiar, pero ésta toma un giro de 360º al comunicarle su padre que deben traslasarse a la Patagonia argentina. Una vez instalados en Argentina, conoce a Farín, un hombre misterioso con el que forja una amistad más allá de lo previsible. Es su único amigo y confidente y en gratitud a dicha amistad Farín le relata historias fantásticas de un mundo desconocido para muchos. Gonzalo comienza a sospechar que hay algo de verdad en dichas historias e insistentemente le comenta a Farín que le revele la verdad de las mismas, pero éste constantemente, le sugiere que debe ser paciente y que para creer no es necesario ver.