No hay otra pol¡tica, ni para los cristianos, ni para quienes no lo son. No hay otra alternativa al amor. Quien aspira a liderar debe ser capaz de amar, y estar dispuesto a ser amado. Por eso, la democracia de lso cristianos ha ejercido un efecto tan profundamente emancipador sobre la historia. Porque el amor libera a los seres humanos, libera a las sociedades, y libera sus mejores impulsos, su cratividad, su compasi¢n, y su generosidad. POrque el amor transforma y conmociona. Porque el amor cambia la historia. Y la historia es de los seres humanos que aman.