El fenómeno de la fascinación de la obra de Martí sobre quienquiera que se le aproxime es comparable, únicamente para mi, con el hechizo de San Francisco de Asís. Todos le aman, a todos se les cuela en el alma, y nadie sabe, ni quiere, escaparse de él. Lo que ha hecho Carlos Javier Morales es construir una poética a José Martí con los materiales ofrecidos por Martí poeta y Martí crítico de poesía. Pensando sobre el río de páginas y de temas martianos un reflector poderoso, va el autor espumando y colocando en el cuerpo de su libro, como el botánico sus plantas y el entomólogo sus mariposas, los ejemplos, las pruebas, de cómo subyacía en el alma de Martí una visión clarísima de lo poético verdadero, una filosofía no articulada expresamente, pero bien hundida en sus entrañas, bien pensada-sin-necesidad-de-pensarlas: una doctrina vívida y vivida. Gastón Baquero