En la Patrulla Pesquera, relatos publicados en 1905 en la revista The Youth's Companion, encontramos la descripción de unos personajes singulares que entendían que en aquella bahía y en aquella época todo era válido, que la audacia y el valor eran los que determinaban las jerarquías, y que las mismas estratagemas, el todo vale, la trampa, el engaño, usan los protagonistas, veladores del orden, para poder detener a los infractores de una ley que no castiga tanto el robo como una pesca indiscriminada y, por lo tanto, salvaje.