En los recreos, Andrés sufre el acoso de los matones del instituto, y solo puede defenderse a fuerza de esperpénticos embustes y gracias a la colaboración de Halima Atif, una compañera. En casa, también vive momentos difíciles, pero encontrará confidentes para sus desdichas entre los pájaros que ha heredado de su abuelo y chateando, bajo el nick de " Degollado " , con " Paloma " , su amiga cibernética. Con ella descubrirá que merece la pena confiar en las personas.