En este mundo del arte confuso —escribe Javier Manterola— empiezan a estar presentes de una manera cada vez más insistente las obras públicas. Las carreteras y los ferrocarriles pueden llegar a ser auténticas obras de Land Art. Los tiempos actuales y sus amplios planteamientos sobre qué es el arte no tardarán mucho en descubrir la formidable belleza de los puentes, las presas, las carreteras... Y aunque esto no sea demasiado importante para las obras públicas, lo es mucho para el arte de nuestro tiempo.