Esta monografía aborda un tema que era necesario tratar por la historiografía: un estudio de conjunto y actualizado sobre la pervivencia de la ciudad durante el Bajo Imperio (siglos IV-V) y la Antigüedad Tardía. Como elemento novedoso respecto a los últimos años, en los que la materia ha estado monopolizada por los estudios de tipo arqueológico, el libro ofrece una perspectiva desde las fuentes jurídicas y literarias, mostrando una nueva forma de aproximarnos al problema de la pervivencia urbana y municipal en el Bajo Imperio.