En una época de oscurantismo y superstición, una mujer se atrevió a desafiar todos los tabúes de su tiempo. Monasterio de San Disibolo, Renania, 1118. Durante la noche, Hildegard descubre, enterrado en el jardín, el cuerpo de un recién nacido todavía con vida. Extrañada, se apresura a la celda de su novicia favorita y encuentra a la joven ensangrentada y moribunda... Ciudad del Vaticano, Roma, en la actualidad. Hasta ahora, el joven sacerdote Samuel Beyhe conocía la ruptura que supuso para la jerarquía eclesiástica la primera feminista de la historia: abadesa, profetisa, curandera, bruja, artista, escritora, compositora, visionaria, mística... Hildegard de Bingen fue uno de los personajes más fascinantes de la Edad Media. Pero Samuel no sabe por qué el Vaticano tiene un súbito interés en recuperar unos códices de Hildegard que llevan desaparecidos cientos de años, ni cuáles son los motivos para que se le haya encomendado la misión de encontrarlos. Lo que empieza siendo una investigación rutinaria, pronto se convierte en una vertiginosa carrera por descifrar una profecía que afectará irremediablemente al papel de la mujer en la iglesia. Y también en un peligroso juego donde la rompedora visión de Hildegard y los secretos que guardó en su seno todo este tiempo en torno a la verdad, la fe, el sexo y el amor, cambiarán la vida de Samuel para siempre.