El epistolario de Granvela se nutre de numerosos personajes relevantes del círculo de influencia del poder imperial a la ciudad y reino de Valencia. La variedad de cuestiones allí desarrolladas constituye un diagrama cristalino de las motivaciones, casi todas personales, que mueven una parte de la sociedad aristocrática de la época y determinan una visión inquietante y sesgada de las actuaciones del duque de Calabria en el ejercicio del virreinato valenciano. En el epistolario emerge un personaje oscuro, arrogante y altivo que, con la ayuda inestimable de los naturales del país, desprecia continuamente los valencianos y sus instituciones. La acción política del duque de Calabria en este periodo tropezó fuertemente con el asunto Masquefa, el cual probablemente hubiera significado la decadencia política del duque de no haberle sobrevenido una muerte tan repentina como enigmática.