«Un buen viajero es aquel que no sabe adónde va, y un viajero perfecto es aquel que no sabe de dónde viene.» Este aforismo es el resumen más idóneo de La metafísica del ping-pong. Porque cuando se toma por vez primera la raqueta no se sabe adónde puede llevar la pasión por este deporte, pero sobre todo no se sabe que se ha emprendido un periplo iniciático al descubrimiento de uno mismo. A lo largo de este viaje de perfeccionamiento deportivo y metafísico, Guido Mina di Sospiro no sólo se ha enfrentado a toda clase de adversarios, y ha afinado su técnica, táctica y estrategia, sino que ha conocido la importancia de dejarse guiar por un maestro. Gracias al ping-pong y en pleno fulgor del juego, ha aprendido la lógica no lineal, la estrategia de Sun Tzu; ha redescubierto a Carl Gustav Jung y ha consultado el I Ching. Y naturalmente, siguiendo su «estado de gracia» místico-deportivo, se ha divertido mucho y continúa haciéndolo. «El libro que es al tenis de mesa lo que Open es al tenis.» Vanity Fair «Único en su género y, precisamente por eso, aún más maravilloso: una obra maestra.» Press Association «Una introducción perfecta a la gran historia de la búsqueda, por parte de la humanidad, de la claridad filosófica.» Publishers Weekly «En su aventura, integral y global, física e intelectual, Mina di Sospiro juega de un modo genial con Sun Tzu, Aristóteles, Henry Miller, que jugó con Bob Dylan, y Arnold Schönberg, que jugaba con Gershwin.» The Times «Erudita, experimental y adictiva, una obra que innova en la escritura deportiva. La metafísica del ping-pong es una iniciación a una existencia visionaria.» Daily Grail «Una guía fascinante sobre el misterio, el arte y la práctica del ping-pong.» Eric Idle, de Monty Python