Solapa: Todo el mundo sabe que la Medicina está enferma, pero ésta no se preocupa mucho de su propia salud. Petrificada en un dogmatismo pretencioso, imbuida de racionalismo científico, ejecuta servilmente las directrices de nuestra orgullosa Ciencia materialista, bajo la férula de hábiles mercachifles. La Medicina no cura a los desgraciados que se confían a sus facultativos: los cuida celosamente. La prodigiosa inflación técnica y su coste fenomenal no han mejorado, con toda evidencia, la salud pública. El descontento general se hace patente; por todas partes estallan las protestas, acerbas y justificadas. Esta obra sería -como tantas otras- un banal ejercicio de crítica estéril si no pretendiese aportar un esbozo de solución a este irritante problema. La única salida del estancamiento materialista, origen de esta trágica carencia, viene dada por el análisis lúcido de las causas reales de la enfermedad, que aquí se desvela para un amplio sector del público. A los adeptos de la homeopatía les alegrará volver a encontrar en el puesto de honor el genial método de S. Hahnemann, rejuvenecido y simplificado, promovido a cabeza de fila de la Medicina de mañana. Bajo esta nueva forma, la anticuada técnica gana en eficacia lo que pierde en misterio. Ambiciosa, le devuelve al médico la alegría de curar, principal acicate de su vocación. Es La Medicina Reencontrada.