Pronto se convierte en un pequeño centro cultural, un lugar de descanso y un refugio para escritores, profesores, artistas y estudiantes, para todos aquellos que no querían romper con la cultura ni reprimir sus últimas inquietudes espirituales. En aquellos calamitosos años, cuando los libros se usaban para calentar las estufas, a falta de novedades editoriales, deciden publicar cortas tiradas de libros manuscritos de autores como Alexéi Rémizov o Marina Tsvietáieva. Este es el relato en primera persona de aquella iniciativa única. El libro está acompañado por poemas de Marina Tsvietáieva e ilustraciones de Alexei Remizov. MIJAÍL OSORGUÍN (Perm, 1879 París, 1942). Entre sus más de veinte libros destaca la novela Una calle de Moscú, en la que narra cómo las turbulencias de los años 1914 a 1918 sacudieron incluso la más pacífica rúa moscovita. Está considerado un prosista de la talla de Tolstoi, Turguéniev y Goncharov. MARINA TSVIETÁIEVA (Moscú, 1892 Elábuga, 1941). Su prestigio ha ido en aumento y hoy en día se valora, junto a Borís Pasternak, Anna Ajmátova y Ósip Mandelstam, como una de las cimas de la literatura rusa de la primera mitad del siglo XX. La miseria , los horrores del estalinismo, el arresto de su marido y la deportación de su hija a Liberia la llevaron al suicidio en 1941. ALEXÉI RÉMIZOV (Moscú, 1877 París, 1957). Entre sus obras más destacadas se encuentran la novela satírica El címbalo incansable, en la que repasa las supersticiones del mundo rural, y El sacrificio, la más conocida de sus historias góticas de terror.