Cuenta la leyenda que, en un pueblo de Sevilla, Morón de la Frontera, a finales del siglo XVI, sus habitantes andaban todos peleados. En la ciudad había dos bandos y en el Ayuntamiento se sucedían dos alcaldes de ideología contraria, que continuamente anulaban lo establecido por su predecesor. Hasta que llegó al pueblo un juez llamado Juan Esquivel, al que todos terminaron llamando "el gallo de Morón". Este libro cuenta la historia y cómo terminaron todas las disputas en aquel lugar.