Hace mucho tiempo, vivía una preciosa muchacha en la ciudad de Cádiz. A la joven le gustaba mucho coleccionar espejos y esperaba, ansiosa, el regreso de su padre que pasaba la vida navegando por los mares del mundo. En la misma casa, vivía con ella su madrastra, envidiosa por el amor del padre hacia su hija. Raúl tiene que preparar un trabajo para el colegio y ha elegido la misteriosa leyenda de la casa de los espejos, con la que incluso sueña despierto.